Los hornos deben funcionar bajo una atmósfera controlada para evitar modificaciones de la composición del metal en la superficie por oxidación, lo que conduce a un deterioro del aspecto de la superficie y a un cambio de las propiedades metalográficas.
La alta pureza de la atmósfera de gas proporcionada por Air Liquide garantiza la calidad del proceso a lo largo del tiempo gracias a la creación de una atmósfera de gas estable y controlada en el horno a largo plazo.
Nuestras atmósferas cumplen con los estándares CQI19, RQP-1 y ASM 2759/10.
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